
El cambio social es un proceso continuo, impulsado por movimientos que buscan transformar las estructuras de poder y generar sociedades más justas. En la actualidad, el feminismo y la lucha por la igualdad de derechos se han convertido en ejes fundamentales de esta transformación. No se trata únicamente de una cuestión de equidad de género, sino de un cambio profundo en los valores, las instituciones y las dinámicas económicas, sociales y políticas.
La igualdad de género ha demostrado ser un elemento esencial para el desarrollo sostenible, el progreso democrático y la cohesión social. Diversos estudios han señalado que las sociedades con mayor equidad de género presentan mejores indicadores en educación, salud y bienestar económico. Sin embargo, la lucha feminista sigue enfrentándose a resistencias estructurales que dificultan la plena materialización de estos derechos.
En este contexto, la cultura, la educación y el activismo juegan un papel clave para el cambio social. Espacios como Aula Cultural de Asveyco, que organiza el evento “Emancipación feminista: una mirada desde la literatura y el activismo” el próximo 20 de febrero, demuestran cómo la reflexión colectiva y la visibilización de la lucha feminista contribuyen a la transformación de la sociedad.
El feminismo como respuesta a desigualdades estructurales
El feminismo ha sido, históricamente, una respuesta organizada a las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres y las diversidades de género. Si bien se han logrado avances significativos en términos de derechos civiles, laborales y políticos, aún persisten brechas que limitan el acceso igualitario a oportunidades y recursos.
Según datos recientes, en España la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad: las mujeres ganan, en promedio, un 20% menos que los hombres por el mismo trabajo. Asimismo, la violencia de género sigue siendo una de las problemáticas más urgentes. En 2023, el número de mujeres asesinadas por violencia machista en el país ascendió a 54, lo que pone en evidencia la necesidad de fortalecer políticas de prevención y protección.
Ante este panorama, el feminismo no solo denuncia estas desigualdades, sino que propone soluciones desde un enfoque interseccional. Es decir, reconoce que las discriminaciones de género no operan de manera aislada, sino que se entrecruzan con otros factores como la clase social, la raza, la etnia o la orientación sexual, generando experiencias diferenciadas de opresión.
La educación y la cultura como herramientas de transformación
El cambio social no puede entenderse sin la educación y la cultura como motores de concienciación y transformación. La literatura, el teatro y otras expresiones artísticas han sido fundamentales para visibilizar la lucha feminista y cuestionar las narrativas dominantes que perpetúan la desigualdad.
Ejemplo de ello es la literatura feminista, que ha permitido narrar experiencias de mujeres que han sido históricamente silenciadas. Autoras como Silvia Federici, Chimamanda Ngozi Adichie y Virginie Despentes han abordado temas como la explotación laboral, la violencia de género y la construcción de identidades femeninas, generando debates necesarios en la sociedad.
En este sentido, la presentación del libro “Emancipación es nombre de mujer” de Vladimir Carrillo Rozo, en el marco del evento organizado por Aula Cultural de Asveyco, representa una oportunidad para reflexionar sobre la lucha feminista desde el ámbito sindical. La obra narra la historia de Dibett María Quintana Duarte, una activista colombiana que enfrentó la represión y el exilio en su lucha por los derechos laborales de las mujeres.
El papel de las organizaciones sociales en la lucha feminista
Las organizaciones sociales han sido un pilar fundamental en la lucha por la igualdad de género. Han impulsado cambios legislativos, generado redes de apoyo y fomentado la concienciación sobre la importancia de erradicar la violencia machista y garantizar derechos igualitarios.
Un caso emblemático es el de CCOO-Madrid, cuya Secretaría de Mujeres trabaja activamente en la defensa de los derechos laborales de las mujeres y en la implementación de políticas de igualdad en los espacios de trabajo. Su participación en el evento del 20 de febrero, a través de la intervención de Lidia F. Montes, permitirá conocer de primera mano el estado actual de la igualdad de género en España, así como los retos y desafíos que aún persisten.
Asimismo, iniciativas como las de Aula Cultural de Asveyco son fundamentales para conectar el activismo con la comunidad, promoviendo espacios de debate y reflexión. Estos espacios no solo permiten difundir conocimiento, sino también generar un impacto en la conciencia colectiva, demostrando que la lucha feminista es una causa que nos concierne a todas y todos.
La importancia de la memoria histórica en la lucha feminista
La historia del feminismo está llena de mujeres que desafiaron los roles impuestos por el patriarcado y lucharon por derechos que hoy damos por sentados. Sin embargo, la memoria de estas luchas no siempre ha sido preservada ni reconocida como merece. En este sentido, la labor de las editoriales independientes ha sido crucial para rescatar y difundir historias de mujeres que han sido borradas de los relatos oficiales.
Publicaciones de autoras feministas, biografías de activistas y ensayos sobre teoría de género han encontrado en las editoriales independientes un espacio de resistencia frente a la hegemonía del mercado editorial tradicional. Gracias a su trabajo, nuevas generaciones pueden acceder a relatos que enriquecen la comprensión del feminismo y su impacto en la sociedad.
El feminismo y la igualdad de derechos no son solo demandas justas, sino condiciones indispensables para el desarrollo de sociedades equitativas y democráticas. La cultura y el activismo han demostrado ser herramientas poderosas para generar cambios, visibilizar desigualdades y proponer soluciones concretas.
En este sentido, el evento “Emancipación feminista: una mirada desde la literatura y el activismo”, organizado por Aula Cultural de Asveyco el próximo 20 de febrero, es un ejemplo de cómo la intersección entre la literatura, el activismo y el análisis social permite avanzar hacia una sociedad más igualitaria. Con intervenciones clave como la de Lidia F. Montes, la presentación del libro de Vladimir Carrillo Rozo y la lectura dramatizada a cargo de María Peregrina, este evento busca no solo generar conciencia, sino también inspirar nuevas formas de acción colectiva en la lucha feminista.
El cambio social ya está en marcha. Apostar por la igualdad de género no es una opción, sino una necesidad para construir un futuro más justo para todas y todos.
