
El cine ha sido, desde sus inicios, una herramienta poderosa para narrar historias, generar emociones y, sobre todo, cuestionar la realidad. Dentro de este vasto universo cinematográfico, el cine crítico ha desempeñado un papel fundamental en la exploración de las contradicciones e injusticias de nuestro modo de vida. A través de la sátira, la distopía y el realismo brutal, directores de todo el mundo han empleado la gran pantalla como un espacio de denuncia y reflexión.
El auge de la distopía y lo postapocalíptico: una respuesta a la crisis global
En tiempos de incertidumbre política, crisis económicas y colapso medioambiental, el género distópico ha experimentado un auge sin precedentes. La representación de futuros sombríos o mundos postapocalípticos funciona como una advertencia sobre los efectos devastadores del capitalismo descontrolado, la desigualdad social y la corrupción sistémica.
Películas como “Hijos de los hombres” (2006) de Alfonso Cuarón presentan un futuro en el que la infertilidad ha condenado a la humanidad al colapso, reflejando las preocupaciones sobre la crisis migratoria y la xenofobia en las sociedades occidentales. “Snowpiercer” (2013), de Bong Joon-ho, lleva a la pantalla una fábula feroz sobre la lucha de clases a bordo de un tren que simboliza el sistema capitalista en su forma más brutal: una élite privilegiada viviendo con lujos en los vagones delanteros, mientras las clases bajas sobreviven en la miseria al final del tren.
Otra película emblemática en esta línea es “Mad Max: Fury Road” (2015), dirigida por George Miller. En ella, el colapso ecológico ha llevado a un régimen autoritario donde los recursos naturales son controlados por un déspota. La lucha de la protagonista, Furiosa, es un grito de guerra feminista y anticapitalista que resuena con las luchas actuales por la justicia climática y la equidad de género.
Crítica al capitalismo: el cine como resistencia
El cine crítico no solo imagina futuros aterradores, sino que también examina el presente con una mirada despiadada. Bong Joon-ho, con “Parásitos” (2019), desmonta las falsas promesas del neoliberalismo mostrando la precariedad de una familia pobre que se infiltra en la vida de una familia rica. El filme, ganador del Óscar a Mejor Película, exhibe con crudeza la desigualdad sistémica y la lucha de clases, elementos clave en la narrativa del cine contemporáneo.
Otro ejemplo es “El hoyo” (2019), del español Galder Gaztelu-Urrutia, que a través de una metáfora visual desgarradora, ilustra cómo la estructura del capitalismo favorece a unos pocos y condena a la mayoría. La película se desarrolla en una prisión vertical donde los alimentos descienden por niveles, haciendo evidente cómo la avaricia y la falta de solidaridad perpetúan la opresión y la violencia.
Distopía y represión: el estado como instrumento de control
Además de la crítica al capitalismo, el cine distópico ha explorado cómo los gobiernos pueden transformarse en mecanismos de control absoluto. “V de Vendetta” (2005), basada en la novela gráfica de Alan Moore, muestra una sociedad dominada por un régimen totalitario donde la vigilancia y la censura son la norma. Su protagonista, V, se convierte en símbolo de la resistencia, inspirando movimientos sociales en la vida real con su icónica máscara.
Más recientemente, “No mires arriba” (2021), de Adam McKay, utiliza la sátira para retratar el negacionismo y la indiferencia del poder frente a una crisis existencial, representada en la película por la inminente colisión de un asteroide con la Tierra. La cinta desmonta el circo mediático y la falta de respuestas políticas frente a problemas como el cambio climático y la crisis económica.
El cine como herramienta de reflexión y cambio
El cine crítico, ya sea en forma de distopía, realismo o sátira, nos obliga a confrontar los problemas que preferimos ignorar. Nos muestra que el colapso social no es una posibilidad lejana, sino un riesgo real que puede desencadenarse si las desigualdades y las injusticias siguen sin resolverse. Por ello, estas películas no solo son entretenimiento, sino actos de resistencia cultural.
En este contexto, el jueves 27 de marzo a las 19:00 h, Aula Cultural proyectará la película “Nuevo orden” (2020), de Michel Franco. Este impactante thriller distópico examina las tensiones de clase en un México sumido en la revuelta y la instauración de un régimen autoritario. La cinta ha generado un intenso debate sobre su visión de la lucha de clases y el autoritarismo, convirtiéndola en una obra imprescindible para quienes buscan entender las fragilidades del mundo actual.
El cine sigue siendo un faro de crítica y análisis en tiempos convulsos. Con cada película que nos confronta con la realidad, se abre un nuevo espacio para el debate y la resistencia.